Es común que muchos de nosotros nos encontremos en la búsqueda de mejorar nuestra alimentación sin caer en privaciones excesivas o resignar sabor.
¿Quién no ha sucumbido a la tentación de un dulce que nos hace guiños desde el escaparate de una panadería? La verdad es que los postres, los helados, las natillas, y otros manjares dulces son absolutamente deliciosos, y ¿Cómo no tentarnos con ellos?
Sin embargo, es importante recordar que los productos dulces pueden ser adictivos y, si no se controla su consumo, conllevan consecuencias para la salud.
En la actualidad, existe una especie de “moda” relacionada con el origen y la procedencia de los azúcares, y el consumo de azúcares alternativos que aparentemente serían más saludables.
Ahora bien, ¿Qué hay de cierto en todo esto?
El azúcar más comúnmente utilizado es el de caña de azúcar, y en general, cuanto menos refinado sea, mejor. Sin embargo, en tiendas de alimentos saludables, han surgido otras alternativas, como el azúcar de remolacha y el azúcar de coco.
El azúcar de remolacha posee un matiz terroso, a menudo comparado con el sabor del azúcar quemado, mientras que el azúcar de caña tiene un perfil de sabor más dulce con un aroma afrutado.
Por ejemplo, al preparar caramelo para un flan, el azúcar de caña tiende a resultar más suave y uniforme en comparación con el azúcar de remolacha.
La cuestión que nos planteamos es si el azúcar de remolacha aporta realmente beneficios a la salud en comparación con el azúcar de caña, y lo que dice la ciencia al respecto.
Para comprenderlo, primero necesitamos definir qué es el azúcar de remolacha y si es, de hecho, una opción superior al azúcar de caña.
La remolacha azucarera es un tipo de planta de raíz que está relacionada con la remolacha común que solemos consumir. Se utiliza para producir azúcar moreno y melaza, siendo una de las principales fuentes de azúcar refinado (azúcar blanco) en todo el mundo, junto con la caña de azúcar.
Es probable que hayas consumido azúcar de remolacha en productos sin siquiera saberlo.
Lo que quizás no sabías es que el azúcar de remolacha se ha incorporado en diversas preparaciones alimenticias desde el siglo XIX, y no presenta diferencias significativas en sabor en comparación con el azúcar de caña.
Sin embargo, la cuestión clave es que, sin importar su procedencia, la reducción del consumo de azúcar es esencial para mejorar la calidad de la dieta y promover la salud.
Así que, tanto si proviene de caña, remolacha, o se comercializa bajo otro nombre, es fundamental controlar su ingesta.
Ahora, pasemos a examinar las características del azúcar de coco:
Este tipo de azúcar contiene inulina, un tipo de fibra que ralentiza la absorción de la glucosa y favorece la salud de la microbiota intestinal.
La principal ventaja del azúcar de coco radica en su bajo índice glucémico, lo que significa que no provoca picos significativos en los niveles de insulina y proporciona energía de manera constante y sostenida.
Esto ayuda a prevenir la diabetes y otras patologías metabólicas.
El azúcar de coco se extrae del néctar de las flores de la palmera cocotera y es un endulzante natural y saludable.
Su proceso de elaboración implica la evaporación de la humedad y un cambio de color que, finalmente, lo transforma en azúcar de coco. Este azúcar se compone de aproximadamente un 80% de agua, un 15% de azúcar y un 5% de minerales.
Aunque su uso es tradicional en la cocina asiática, en Occidente estamos empezando a descubrir sus propiedades nutricionales y sus beneficios para la salud.
El azúcar de coco se caracteriza por un índice glucémico bajo, ¿Cómo esto es beneficioso? :
– Ayuda a evitar los aumentos abruptos de azúcar en la sangre, lo que lo convierte en una opción adecuada para personas diabéticas.
– Su proceso de elaboración es más natural que el del azúcar blanco,
– Este azúcar de coco contiene nutrientes esenciales como potasio, magnesio, zinc y hierro.
– Los carbohidratos están presentes en menor medida que en el azúcar blanco, y predominan la fructosa y el azúcar.
– Promueve el crecimiento de huesos gracias a su aporte de fósforo y calcio.
– Contribuye al crecimiento muscular gracias al contenido de potasio.
– Mantiene el sistema nervioso en un estado de calma.
– Ayuda a reducir la hipertensión y favorece el flujo sanguíneo.
Como siempre, es importante recordar que, antes de incorporar estos productos en tu dieta, es recomendable consultar a tu médico.
Aunque sean productos naturales y saludables, su consumo debe ser moderado por las razones mencionadas anteriormente.
Namasté.