Hola, soy Mar Hello Domínguez de World Holistic Alliance, y hoy quiero invitarte a descubrir una medicina muy poderosa: la conexión con tu guía interno.
Este encuentro con nuestra sabiduría interior es una práctica sanadora, especialmente en esos momentos de incertidumbre, confusión o rareza, cuando sentimos que el mundo se mueve demasiado rápido y necesitamos volver a nuestro centro.
¿Qué es el Guía Interno?
Más allá de las creencias, la humanidad lleva siglos recorriendo un camino de evolución y conciencia. A lo largo de esa historia, cada cultura ha hablado a su modo de una fuerza sabia que habita en el interior del ser humano: el guía interno.
El guía interno no es una voz mental, sino una presencia sabia y elevada que observa la vida con una mirada más amplia y amorosa.
En el chamanismo, por ejemplo, se lo asocia al animal de poder del águila o el cóndor, seres capaces de sobrevolar las alturas y ver el panorama completo.
Esa misma capacidad vive dentro de nosotros: la de elevarnos por encima de la confusión y ver las cosas desde una perspectiva más alta.
Llamar al Guía Interno
Cuando atravesamos momentos de duda, de tristeza o de falta de claridad, podemos invocar al guía interno.
Podés hacerlo encendiendo una vela, respirando en silencio o sentándote en la naturaleza.
No importa la forma: lo importante es la intención de conectar.
Conversá con tu guía interna como hablarías con un amigo sabio.
Contale tus miedos, tus inquietudes, tus preguntas.
Y luego, escuchá en silencio.
A veces las respuestas llegan en el momento; otras, aparecen más tarde, en forma de señales, sincronicidades o sueños.
El guía interno siempre responde, aunque no siempre de la manera que esperamos.
Meditación para Conectar con tu Guía Interno
Podés probar este ejercicio cuando necesites claridad:
- Buscá un lugar tranquilo donde puedas estar cómodo o cómoda.
- Cerrá los ojos y tomá tres respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.
- Llevá la atención al espacio de tu corazón. Imaginá que se abre una puerta.
- Al cruzarla, encontrás un paisaje: puede ser un jardín, un bosque, un lago o el mar.
- Desde ese lugar, llamá a tu guía interno.
Pedile que se muestre, que te brinde claridad, que te ayude a comprender lo que hoy necesitás. - Quedate el tiempo que necesites. Escuchá. Sentí.
- Cuando sientas que la conexión se completa, agradecé. Volvé lentamente por ese camino hacia tu corazón, hacia tu cuerpo, hacia el presente.
Este ejercicio podés hacerlo todas las veces que necesites.
Incluso antes de dormir, para recibir guía a través de los sueños, o al despertar, para empezar el día con propósito y dirección.
Dejar que la Sabiduría se Exprese
Con el tiempo, vas a notar cómo esa voz interna empieza a hacerse más clara.
Quizás al principio no sientas nada, y está bien. La conexión se fortalece con la práctica.
Llamar al guía interno es recordar quién sos realmente.
Es volver a la sabiduría ancestral que vive en tu alma.
Es confiar en que adentro tuyo hay un espacio que siempre sabe, incluso cuando todo lo demás parece incierto.
Esta práctica no solo te traerá claridad en momentos de confusión, sino que también te ayudará a reconectar con tu esencia: esa parte luminosa, amorosa y consciente que te guía en el camino de la vida.
En resumen
Tu guía interno es tu medicina.
Está ahí para ayudarte a encontrar respuestas, para mostrarte el camino cuando la mente se llena de ruido, y para recordarte que dentro de vos vive una sabiduría infinita.
Invocá a tu guía interna cada vez que necesites claridad, cada vez que sientas que te perdiste un poco, o simplemente para fortalecer la conexión con tu alma.
Y si este mensaje te resonó, compartilo. Quizás alguien más esté necesitando recordarlo también.
Gracias por estar aquí.
Soy Mar Hello Domínguez, y como siempre, es un placer acompañarte en este camino de conciencia y amor.

