CÓMO EL DESORDEN VISUAL Y LOS RUIDOS AFECTAN TUS SESIONES TERAPÉUTICAS

Bienvenidos a este espacio donde compartimos herramientas y experiencias para crecer como terapeutas y mejorar nuestras prácticas. Hoy quiero hablarles sobre un tema que muchas veces subestimamos: el orden visual y sonoro en nuestro consultorio o espacio de atención.

El espacio no lo es todo, pero sí importa

En otros videos habíamos mencionado que no necesitamos tener el consultorio más lujoso, con la mejor decoración o la mejor vista para comenzar a atender. Lo importante es empezar con lo que tenemos y mejorar con el tiempo. Sin embargo, el orden visual y sonoro sí tiene un impacto directo en la experiencia del consultante.

Las imágenes y los sonidos pueden actuar como distractores. Un desorden visual o un ruido constante puede desviar la atención de la persona que atendemos y afectar la efectividad de la sesión. Por ejemplo:

• Una obra en construcción al lado del consultorio o ruidos de un café durante sesiones virtuales pueden distraer mucho al consultante.

• Objetos decorativos excesivos, piedras, cuadros, campanillas o llamadores de ángeles pueden captar la atención de quien llega y restarle foco al trabajo terapéutico.

Orden visual: más que estética

El orden visual también transmite cuidado y respeto hacia la persona que llega. Un consultorio con ropa sobre sillones, vajilla en la mesa o un televisor encendido puede dar la sensación de descuido o falta de preparación. Esto no solo distrae, sino que puede interpretarse como una falta de interés en recibir al consultante.

Recomendación:

• Mantén el espacio limpio y despejado.

• Ordena la mesa y evita objetos que llamen excesivamente la atención.

• Procura que tu ropa y presentación personal sean prolijas, aunque no sea necesario estar demasiado producidos.

El orden sonoro: cuidar los oídos de tu consultante

Así como el orden visual, los sonidos también pueden distraer. Ruidos de fondo, voces, taladros o murmullo de personas cercanas pueden interferir en sesiones de relajación o introspección. Una opción sencilla es usar auriculares con micrófono para sesiones virtuales, o elegir un espacio silencioso para las presenciales.

Integrando mascotas y respeto por el espacio

Si tienes mascotas, es importante consultar siempre al consultante antes de permitir su presencia. Aunque tu animal sea parte de tu vida y te acompañe durante las sesiones, algunas personas pueden distraerse o sentirse incómodas.

• Pregunta con anticipación: “Tengo un perro/gato en el consultorio, ¿tienes algún inconveniente con eso?”

• Respeta la respuesta del consultante y adapta tu espacio si es necesario.

La clave es ser coherente contigo mismo y con tu espacio: no impongas tu manera de organizarlo si puede incomodar al consultante, pero tampoco te obligues a cambiar lo que te hace sentir cómodo y seguro.

Conclusión

Cuidar el orden visual y sonoro en tu consultorio no significa obsesionarse con la decoración o la perfección estética. Se trata de crear un espacio que favorezca la concentración, la calma y el respeto mutuo.

Pequeños ajustes pueden marcar una gran diferencia en la experiencia del consultante y en la efectividad de tus sesiones.

Si has tenido experiencias con el desorden visual, ruidos o presencia de mascotas que hayan influido en tu práctica, ¡compártelas! Aprendemos mucho de las vivencias de otros terapeutas.

Gracias por acompañarnos y nos vemos en el próximo espacio.