Las Hadas y los Duendes, conocidos por ser los habitantes más icónicos de los cuentos para niños, son seres que, se dice, habitan en jardines, entre plantas y la naturaleza. Son seres diminutos que pueden caminar y volar, a menudo descansando en las corolas de las flores.
Las historias sobre ellos son parte de nuestra infancia, y solíamos escucharlas con gran atención, incluso con asombro.
Las Hadas desempeñan un papel protagónico en estas historias, siendo seres inquietos y hacedores de deseos, que dispersan polvo de estrellas con sus manos mágicas.
Según las leyendas y cuentos, estas criaturas mágicas son conocidas por ser un tanto traviesas. Por lo general, se representan como mujeres hermosas con alas de mariposa y se les atribuye la responsabilidad de proteger los recursos naturales y de ayudar a las personas de diversas maneras.
Tener figuras de Hadas en casa se considera beneficioso, ya que se cree que pueden ayudar a fertilizar la tierra, armonizar las relaciones familiares y proporcionar claridad en la toma de decisiones.
Las hadas no sólo se quedan en el jardín; a veces, entran en nuestras casas y juegan con gorros, ropa y hasta duermen en montones de ropa o se esconden en la cocina.
Incluso hay informes de círculos misteriosos de vegetación llamados “Anillos de Hadas” que aparecen en el césped y se presentan como un crecimiento inusual de hierba en forma de círculo.
Estos círculos en el césped podrían explicarse con la actividad subterránea de hongos. El micelio de los hongos se extiende de manera circular, secretando enzimas y absorbiendo nutrientes del suelo, lo que resulta en la formación de estos anillos.
La creencia popular a menudo los considera peligrosos, y se dice que entrar en uno puede tener consecuencias desafortunadas en el mundo de los seres mágicos. Sin embargo, la ciencia ha investigado estos círculos y ha revelado patrones geométricos sorprendentes en su formación.
Los “Anillos de Hadas” pueden variar en tamaño y se presentan también en patrones hexagonales. En el desierto de Namibia, aparecen como claros rodeados por una vegetación más alta en una disposición hexagonal.
Estos fenómenos naturales pueden resultar en explicaciones mitológicas y científicas interesantes, lo que demuestra una vez más la fascinación que la naturaleza nos brinda.
Si te encantan las hadas y los gnomos, puedes incorporarlos a tu entorno comprando estatuillas de ellos en tiendas que suelen vender sahumerios, velas aromáticas y otros objetos de decoración.
Mezclar estas figurillas con plantas en tu jardín, o armar un terrario, es una forma encantadora de mantener viva la magia de los cuentos y dejar volar tu imaginación, lo que puede ser una experiencia hermosa que nos conecta con nuestro niño o niña interior.
Namasté.