Conecta con los cuerpos sutiles

Somos Seres Espirituales experimentando la vida humana, según Pierre Teilhard de Chardin.

Al mirarnos en el espejo, reconocemos nuestro cuerpo físico, a través del cual exploramos el mundo material con nuestros cinco sentidos: tacto, gusto, vista y oído.

Sin embargo, nuestros pensamientos y emociones, que percibimos a nivel de energía sutil, no son visibles a simple vista.

En nuestro plano material, utilizamos cuatro cuerpos inferiores, formando capas como las de una cebolla, que se entrelazan y rodean al alma, cada una vibrando a diferente velocidad.

Estos cuerpos: físico, emocional, mental y etérico, cumplen funciones específicas, y los últimos tres están compuestos de una materia invisible al ojo humano debido a su frecuencia vibracional elevada.

El Cuerpo Etérico, relacionado con el elemento fuego, tiene la vibración más elevada. Es el único entre los cuatro que se transfiere de una encarnación a otra, guardando los recuerdos desde la infancia y experiencias pasadas.

Este cuerpo, también conocido como el cuerpo de la memoria, almacena pensamientos, sentimientos y acciones, incluyendo los dolorosos que pueden afectar nuestro bienestar actual.

Liberarnos de estos recuerdos negativos es crucial para nuestro propio bienestar.

Las 7 esferas de energía que rodean a la Presencia Divina del “Yo Soy”, conforman lo que se llama el Cuerpo Causal.

Estas esferas contienen la energía positiva de todas las buenas acciones que hemos realizado, en esta o en vidas pasadas, son nuestro Karma Positivo.

Estas 7 esferas de energía contienen la luz de los 7 Rayos, 7 cualidades Divinas que corresponden a los 7 Chakras, y a cada día de la semana.

Estas esferas contienen tus talentos, a los que accedes mediante, decretos, afirmaciones y mantras.

Para conectarnos con la Presencia Divina, te proponemos una meditación.

Cierra los ojos, respira profundamente tres veces y visualiza los tres campos de energía: superior, medio e inferior.

Conéctate con el Rayo de Luz que proviene de la Presencia de Dios Padre-Madre, recíbelo a través de tu Chakra Corona, y mira como se va iluminando tu Ser.

Permite que ese rayo que te atraviesa, rodee y toque tu corazón, ese es el punto Medio , el espacio de Amor sublime.

Siente como esa luz potente, va limpiando tus zonas negativas y te completa con felicidad infinita.

Luego ese Rayo irá desintoxicando todo tu Ser, descendiendo hasta tu Campo inferior, devolviéndote la creatividad al servicio de lo espiritual.

Puedes pronunciar OM, en forma de mantra, cada vez que realices esta meditación.

Permanece así el tiempo necesario, hasta que recibas plenitud que necesitas.

Namasté.