El yoga, una práctica ancestral conocida por sus beneficios para el cuerpo y la mente, no está reservado exclusivamente para los adultos. En los últimos años, ha ganado popularidad como una actividad ideal para niños, ofreciendo una serie de ventajas que impactan positivamente en su desarrollo físico, mental y emocional.
Beneficios del Yoga en la Infancia
1. Desarrollo Físico
El yoga ayuda a mejorar la fuerza, la flexibilidad y la coordinación motora de los niños. Las posturas (asanas) adaptadas a su edad fomentan una conexión saludable con su cuerpo mientras trabajan el equilibrio y la postura. Además, puede prevenir problemas musculoesqueléticos asociados con malas posturas, algo común en la era digital.
2. Regulación Emocional
La infancia es una etapa llena de emociones intensas y a veces abrumadoras. El yoga enseña técnicas de respiración y relajación que ayudan a los niños a manejar la ansiedad, el estrés y la frustración. Estas habilidades no solo mejoran su bienestar emocional inmediato, sino que también les proporcionan herramientas para enfrentar retos en el futuro.
3. Fomento de la Concentración y la Atención
Las sesiones de yoga involucran ejercicios que requieren atención plena y concentración. Esto puede traducirse en mejoras en el rendimiento académico y en la capacidad de los niños para completar tareas cotidianas con mayor eficacia.
4. Potenciación de la Autoestima
El yoga promueve un sentido de logro personal y autoaceptación. Aprender y dominar nuevas posturas aumenta la confianza en sí mismos, mientras que el ambiente inclusivo y no competitivo de las clases refuerza una actitud positiva hacia sus propias capacidades.
Cómo Introducir el Yoga a los Niños
1. Juegos y Creatividad
Las clases de yoga para niños suelen ser muy diferentes a las de los adultos. Incorporar juegos, canciones e historias permite mantener su interés mientras aprenden las posturas.
2. Ambiente Relajado
Es importante crear un ambiente en el que los niños se sientan cómodos y libres de expectativas. Esto les permite disfrutar de la experiencia sin presiones externas.
3. Duración Adecuada
Dado que los niños tienen un periodo de atención limitado, las sesiones no deben ser demasiado largas. Entre 20 y 30 minutos suele ser suficiente para los más pequeños.
4. Adaptación por Edades
El yoga debe adaptarse a las edades y habilidades de los niños. Los ejercicios pueden ser más simples y lúdicos para los más pequeños y más desafiantes a medida que crecen.
El Rol de los Padres y Educadores
El apoyo de los adultos es fundamental para que los niños disfruten y se beneficien plenamente del yoga. Los padres y educadores pueden participar en las clases o fomentar la práctica en casa, creando un momento especial para compartir y fortalecer vínculos.
El yoga en la infancia es una actividad divertida y es también una herramienta poderosa para el bienestar integral. Al integrar esta práctica en la vida de los niños, les proporcionamos habilidades que impactarán positivamente su salud y desarrollo a lo largo de su vida.
Es un regalo para el presente y para el futuro.
Si te sientes con ganas de sumar nuevas herramientas para acompañar el desarrollo de los niños, te sugerimos explorar las siguientes formaciones avaladas por la WHA:
-> Yoga y Mindfulness para la Infancia
-> Alimentación Consciente Energética
Cada recurso que como adultos integramos para acompañar a las infancias, son semillas que sembramos hoy, con la esperanza de que crezcan y florezcan en un futuro lleno de bienestar, confianza y armonía.