Chakras

¿Por qué me duele siempre la cabeza?

Indudablemente, has oído la expresión: «El cuerpo habla, lo que la boca calla».   A lo largo de los años, han surgido diversos estudios que exploran la conexión entre las dolencias corporales y las emociones que las subyacen.   Figuras notables en este campo, como Jacques Martel, Maestro Reikista, investigador, conferencista y autor de obras relevantes en esta área, han profundizado en la afirmación esencial: «Conocerme es poder sanarme«.   Martel, artífice de esta técnica, defiende que su implementación es sencilla cuando se decide emprender un cambio en la vida.   Luego de rigurosas pruebas y recopilación de datos de grupos con afecciones similares, Martel ha concebido un Diccionario en el que desglosa la ubicación de la dolencia, proponiendo examinar ciertas emociones negativas y su contrapartida positiva para su transformación.   Echemos un vistazo a algo muy común, como el dolor de cabeza y la migraña:   La cabeza constituye el epicentro de la comunicación y se halla estrechamente ligada a la individualidad. Es el «centro de control«.   A través de nuestros cinco sentidos, experimentamos emociones y comunicaciones diversas.   En caso de enfrentar desafíos o enfermedades en esta zona, es imperativo cuestionarse si se manifiestan conflictos relacionados con pensamientos, vida espiritual o crecimiento personal.   La congruencia de ambos aspectos propicia el equilibrio entre cuerpo y mente.   Diversas son las causas que desencadenan los dolores de cabeza. Por ejemplo, el estrés y la tensión originados al esforzarse por mantenerse en una posición determinada o al tratar de cumplir una tarea específica.   El dolor de cabeza surge también ante la obsesión por un cambio venidero, y la inquietud por lo que el futuro traerá.   Esta es una respuesta ansiosa y preocupada frente al presente, manifestándose como reacción a presiones externas impuestas por situaciones circundantes.   Puede también reflejar un sentimiento intenso de fracaso, duda y autocrítica, lo que desencadena una sensación de estar atrapado, como si la cabeza fuese una prisión, donde se juzga severamente lo que se observa.   El dolor de cabeza puede ser resultado de la negación y represión de pensamientos que uno teme expresar o simplemente no escucha, ya que se racionaliza y analiza toda experiencia.   Este comportamiento dualista, etiquetando situaciones como «correctas» o «incorrectas», contribuye a la creación de dicho dolor.   La incertidumbre acerca de obtener respuestas inmediatas desencadena la falta de confianza en el momento adecuado para que todo ocurra.   El dolor de cabeza también refleja emociones negativas, tales como inseguridad y ambiciones excesivas, que resultan en una expansión de los vasos sanguíneos.   En esencia, el dolor de cabeza refleja la evasión ante una realidad incómoda. Cuando temo enfrentar esta realidad, busco distraerme y huir hacia otros asuntos; esto se manifiesta como el dolor de cabeza.   Si el dolor se localiza en la frente, está relacionado con asuntos laborales o individuales. Si se ubica en los lados (cerca de las sienes), está conectado con lo emocional, como relaciones familiares o de pareja.   Independientemente de la causa, el dolor de cabeza guarda una estrecha relación con la individualidad.   El aprendizaje radica en cultivar la paciencia y flexibilidad hacia uno mismo y los demás.   Afirmar: «Mis ideas se aclaran cada vez más», y aprender a otorgar su justo espacio tanto al intelecto como a las emociones, logrando así un equilibrio. Esta armonía interna liberará y aliviará la cabeza.   Las migrañas frecuentemente están asociadas a desórdenes visuales y digestivos, y denotan una negación a asimilar los acontecimientos de la vida. Son un reflejo de angustia y frustración ante situaciones en las que no se puede tomar una decisión.   La migraña representa resistencia, vinculada a la incapacidad de cumplir con lo solicitado. La cabeza se «sobrecalienta» y duele solo con la idea de un objetivo inalcanzable.   La presión del entorno provoca la sensación de impotencia ante la falta de dirección clara. El conflicto se da entre el pensamiento, la razón excesiva, las necesidades y deseos personales.   Las migrañas pueden ser tan restrictivas que llega a parecer que la cabeza va a explotar.   El aprendizaje reside en reconocer que cuando se padece una migraña, es un llamado a tomar consciencia de la necesidad de modificar cosas y actuar con libertad en la vida, recibiendo a cambio alegría, paz y armonía.   Acompañar tu consulta médica con terapias energéticas alternativas es siempre una buena opción. La Certificación en Descodificación Biológica, la Terapia con Péndulo o la Maestría en Reiki Usui, podrían ser excelentes puntos de partida.   Ocuparnos de nuestro Bienestar debería ser prioridad, pues sólo si estamos bien podremos hacer bien. Namasté.

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Los alimentos y el aura

Seguramente has escuchado la frase: «Que tu comida sea tu alimento y tu alimento tu medicina.»   Los alimentos son, en esencia, energías vivas que brindan nutrientes esenciales a nuestro organismo, en particular, aquellos que se encuentran en su estado crudo, sin cocinar, y deshidratados a temperaturas no superiores a 42°C.   Estos elementos energéticos no sólo nutren nuestro cuerpo, sino que también establecen conexiones con la mente y el espíritu.   De acuerdo con la cultura oriental, que ha acumulado sabiduría milenaria, el bienestar mental y espiritual está intrínsecamente ligado a la salud física.   Asimismo, han identificado una interesante correlación entre los colores del aura y los tonos de los alimentos, especialmente de origen vegetal. Conocer los colores áuricos de los alimentos nos permite aprovechar su influencia para elevar el nivel vibracional de nuestras energías personales.   El aura de los alimentos desempeña un papel crucial en la recuperación de la salud, así como en la estimulación o modificación de nuestro estado emocional. Además, contribuye a mantener un peso corporal deseable.   Cada alimento tiene la capacidad de transmitir su energía áurica a quien lo consume, enriqueciendo así la resonancia natural de su aura, que a su vez está en sintonía con nuestros órganos internos.   Esta dinámica energética interna y externa nos permite interpretar los mensajes que transmitimos a los demás. Es importante destacar que los efectos de los alimentos se extienden a los niveles psíquico y espiritual.   Ahora, exploremos algunos colores de aura que ciertos alimentos suelen transmitir, más allá de su color físico, y cómo impactan en nuestros aspectos psíquicos y espirituales.   Por ejemplo, legumbres como lentejas, garbanzos, soja, maíz, arroz integral y alubias tienen la capacidad de purificar nuestra aura y conferirle un tono verde.   El consumo de estos alimentos puede llevar a modificar comportamientos, fomentar la empatía, cultivar la confianza en uno mismo y elevar el ánimo.   El aura azul, por su parte, promueve el sueño reparador, equilibra las emociones, fortalece la memoria y fomenta la clarividencia. Las semillas y los frutos secos generan un aura azul, que es ideal para afinar la intuición y perfeccionar la percepción.   Estos alimentos incluyen sésamo, calabaza, nueces, almendras, anacardos y plátanos, así como el agua desmineralizada.   Los alimentos que generan un aura amarilla son aquellos como el pescado, la avena, los cítricos, los arándanos y las ciruelas, entre otros. A nivel físico, fortalecen el sistema inmunológico y mejoran la memoria, al mismo tiempo que estimulan el desarrollo de la telepatía.   El aura naranja está asociada a alimentos como la pera, los mariscos, el chocolate, las uvas, las zanahorias y la salvia. A nivel psíquico, este color de aura disuelve bloqueos emocionales, como la culpa, y fomenta el coraje y el orgullo.   Además, es un poderoso activador de la conciencia y la agudeza vibracional.   En cuanto al aura roja, es propia de alimentos como carnes rojas, pescados, pollos, huevos, jengibre y espinacas. Este color de aura contribuye a aumentar la energía, impulsar la confianza y promover el crecimiento muscular.   Además, despierta la energía de la fuerza interior, potencia talentos latentes y transforma la energía creativa.   Es relevante recordar que el consumo de carne debe ser moderado debido a su baja vibración energética. Sin embargo, puede ser recomendado para aquellas personas con un aura predominantemente azul, caracterizada por el idealismo excesivo y la necesidad de una mayor conexión con la tierra.   Algunos individuos optan por una alimentación rutinaria, limitándose a alimentos procesados como carne asada, hamburguesas, papas fritas y tomate, mientras excluyen opciones más saludables como los vegetales crucíferos: brócoli, coliflor, repollo y berenjenas.   Estos vegetales son ricos en minerales como magnesio, zinc y selenio, que son esenciales para la salud de uñas y cabello.   Te invito a considerar la siguiente proporción en la construcción de tu plato: – 50% de vegetales variados. – 20% de legumbres. – 30% de proteínas.   Además, incorpora elementos como palta (aguacate) y aceites de coco y oliva virgen.   Recuerda que tienes un solo cuerpo ¿Qué tal cuidarlo con atención y amor?   Si deseas conocer otras formas de potenciar tu bienestar y equilibrar tu aura, te sugerimos explorar las siguientes formaciones online:   –>Jugoterapia y Botiquín Natural –-> Danza de Chakras   Será un placer acompañar tu crecimiento. Namasté.

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