Ley de atracción

No todas las terapias son amorosas: El verdadero rostro de la sanación

https://youtu.be/iAYPnjxIkj8 Cuando escuchamos la palabra “terapia”, muchas personas la asocian con un espacio seguro, lleno de calma, comprensión y palabras reconfortantes. Y sí, en gran parte lo es. La terapia ya sea psicológica, holística, corporal o espiritual debería ser un espacio de cuidado y respeto. Sin embargo, la verdad que pocas veces se dice es que no todas las terapias son amorosas en apariencia, aunque sí lo sean en esencia. El proceso de sanación no siempre se siente como un abrazo. A veces es un espejo incómodo, otras veces es una confrontación directa con nuestras sombras, y muchas veces es un viaje lleno de lágrimas, incomodidad y resistencias. Pero es justamente en esa incomodidad donde suele residir la mayor transformación. La ilusión del “camino fácil” en la terapia Vivimos en una época donde la inmediatez lo gobierna todo: queremos resultados rápidos, soluciones mágicas y cambios sin dolor. En ese contexto, también hemos idealizado la terapia como si fuera un bálsamo suave que todo lo resuelve sin esfuerzo. Pero la sanación profunda rara vez es inmediata ni cómoda. Crecer duele, soltar duele, cambiar duele. Y cuando entramos en un proceso terapéutico, el verdadero amor que nos ofrece no siempre se manifiesta como dulzura, sino como una firme invitación a mirar de frente lo que hemos evitado durante años. Terapias que confrontan, no que complacen El amor terapéutico no se trata de complacencia. Un buen terapeuta no está ahí para decirte lo que quieres escuchar, sino lo que necesitas reconocer. En el momento, esto puede sentirse incómodo o incluso duro. Pero esa firmeza también es amor: un amor que apuesta por tu libertad, aunque el proceso no siempre se sienta suave. El amor tiene muchos rostros Pensamos que el amor siempre es dulzura, pero el amor también puede ser firmeza, límites, claridad y disciplina. Así funcionan las terapias: algunas veces parecen un refugio cálido, y otras veces parecen un reto incómodo. Pero en ambos casos, lo que sostiene el proceso es el mismo hilo conductor: el amor por tu crecimiento y tu bienestar. El proceso de sanación como una herida Sanar emocionalmente es como sanar una herida física. La terapia funciona igual: remover viejas heridas duele, pero ese dolor no significa ausencia de amor. Significa que el proceso está funcionando. ¿Por qué evitamos las terapias que no parecen amorosas? Porque nos enseñaron a huir del dolor y a buscar solo lo que nos da placer inmediato. Sin embargo, no todo lo que nos da placer nos sana, ni todo lo que duele nos destruye. Muchas veces, lo que más incomoda es lo que más necesitamos atravesar. Evitar este tipo de terapias es como evitar el ejercicio porque al principio cansa, o como evitar una medicina porque su sabor es amargo. El bienestar está del otro lado de esa incomodidad inicial. Beneficios de aceptar terapias “no amorosas en apariencia” Cómo atravesar estos procesos sin rendirse El verdadero amor terapéutico El verdadero amor en la terapia no es suavidad constante, sino honestidad compasiva. Es la capacidad de acompañarte incluso cuando no te gusta lo que ves de ti mismo. Es sostenerte mientras atraviesas tus sombras, sin juzgarte, pero sin ocultarte la verdad. La terapia amorosa no siempre acaricia, a veces sacude. No siempre te calma, a veces te despierta. No siempre te da respuestas, a veces te llena de preguntas. Y, aun así, en esa aparente dureza, está sembrado el amor más profundo: el deseo de verte libre, auténtico y en paz contigo mismo. Conclusión No todas las terapias son amorosas en apariencia, pero todas las verdaderas terapias, en esencia, están hechas de amor. El error está en confundir amor con complacencia o suavidad. A veces, el amor se viste de ternura, y otras veces se disfraza de desafío. Lo importante es comprender que cada proceso tiene su propio ritmo y su propio lenguaje de amor. Lo que hoy sientes como incomodidad puede ser mañana la puerta a tu sanación más profunda. Si deseas sostener tu camino terapéutico y enriquecer tu práctica con recursos que acompañen estos procesos desafiantes, puedes explorar las siguientes formaciones: Curso Maestro Reiki: profundiza en la energía universal para acompañar con mayor sensibilidad y fuerza sanadora. Manejo de la Ansiedad: herramientas prácticas para reconocer, contener y transformar estados de ansiedad propios y de tus consultantes. Danza de las Emociones: un viaje corporal y expresivo para liberar bloqueos y reconectar con la vitalidad interna. EFT – Tapping: técnica simple y efectiva para desbloquear emociones atrapadas y restaurar el equilibrio energético. Cada una de estas propuestas puede ayudarte a sostener los procesos más complejos con mayor presencia, confianza y empatía. En definitiva, la terapia no siempre será el abrazo que calma, pero casi siempre será el espejo que transforma.

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Tres Pequeñas Decisiones que Pueden Transformar Tu Día

https://youtu.be/4ZevVQQu5aA?si=Y8D8bdu3pqXV2J79 A menudo, pensamos que solo las grandes decisiones pueden cambiar nuestra vida, pero la realidad es que las pequeñas decisiones diarias también tienen un impacto significativo en nuestro bienestar y felicidad. A continuación, exploramos tres pequeñas decisiones que puedes tomar hoy para transformar tu día de una manera positiva. 1. Elige Empezar tu Día con Gratitud Empezar el día con una actitud de gratitud puede marcar una gran diferencia en tu estado de ánimo y perspectiva. Tomarte unos minutos cada mañana para reflexionar sobre lo que tienes y lo que aprecias en tu vida puede establecer un tono positivo para el resto del día. Cómo Implementarlo: 2. Establece una Rutina de Movimiento El ejercicio no solo es bueno para el cuerpo, sino también para la mente. Incorporar movimiento en tu día, incluso en pequeñas dosis, puede aumentar tus niveles de energía, mejorar tu estado de ánimo y reducir el estrés. Cómo Implementarlo: 3. Practica la Atención Plena (Mindfulness) La atención plena es la práctica de estar presente y plenamente involucrado en el momento actual. Puede ayudarte a reducir la ansiedad, mejorar tu concentración y aumentar tu satisfacción general. Cómo Implementarlo: Estas tres pequeñas decisiones —comenzar tu día con gratitud, incorporar movimiento y practicar la atención plena— pueden parecer simples, pero su impacto puede ser profundo. Al integrar estos hábitos en tu rutina diaria, puedes transformar no solo tu día, sino también tu perspectiva y tu bienestar general.  Recuerda que nos gustaría acompañar tu desarrollo personal, y si quieres adquirir herramientas de transformación para aplicar a diario, no dejes de visitar nuestras formaciones en: –-> Manejo Práctico de la Ansiedad –-> Sanación de la Abundancia  Recuerda, no es necesario hacer cambios drásticos para mejorar tu vida; a veces, las decisiones más pequeñas son las que tienen el mayor impacto.

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