La alquimia, como creencia y práctica esotérica, encuentra su esencia en la transmutación de la materia, y su vínculo con el espiritualismo y la apreciación de las sensaciones que emanan de la consumición de elementos como esencias y especias es innegable.
Un ejemplo ilustrativo son los afrodisíacos, como el apio, nueces y quesos como el Roquefort, reverenciados por su supuesto efecto. También, mariscos como ostiones u ostras albergan estas propiedades en su esencia.
Aromas como los de vainilla y caramelo, al ser detectados por nuestras narices, ejercen un efecto semejante a “neurotransmisores”.
Las prestigiosas marcas de cosméticos fusionan esta alquimia en la creación de perfumes que impregnan cremas corporales, jabones y velas, generando experiencias sensoriales únicas.
La alquimia trasciende a las emociones, tejiendo una conexión mágica en el alma a partir de estas mezclas. Ciertamente, puede considerarse como una manifestación del mundo esotérico y místico.
En tiempos antiguos, las cocinas eran el corazón de los hogares, espacios generosos donde se elaboraban alimentos frescos cotidianamente. El tiempo permitía cosechar de la huerta y crear conservas, encurtidos y dulces caseros.
Las recetas, transmitidas de abuelas a madres, otorgaban a las señoritas casamenteras el conocimiento de que “el amor entra por el estómago”.
La obra literaria “Como agua para chocolate”, de la mexicana Laura Esquivel, ilustra el poder del arte culinario con un realismo mágico asombroso.
Cada receta entre sus páginas evoca sabores que inducen a enamorarse, sumergiéndonos en una experiencia sensorial.
Curiosamente, con los mismos elementos en la cocina, platos preparados por diferentes manos ofrecían resultados diversos. Los personajes Tita y Pedro ejemplifican esta situación.
El profundo amor de Tita por Pedro infundía devoción y creatividad en cada manjar, generando un campo magnético tan sublime que envolvía a Pedro y a quienes probaban su comida, dejándolos hipnotizados y enamorados.
En un capítulo, la novela presenta la receta de Codornices envueltas en pétalos de rosa, donde cada bocado despierta pulsiones sexuales en los comensales.
Es crucial resaltar la intención y creatividad depositadas en cada plato, tan significativas como los ingredientes mismos. Pedro, profundamente enamorado de Tita pero casado con Rosaura, elabora un banquete con la intención de deslumbrar a sus invitados.
El resultado fue dolor de estómago y malestar general, ya que el campo energético de la casa estaba contaminado por rumores, amores frustrados y lágrimas de Tita.
Los mandatos y creencias de la época afectaban las familias, alterando la felicidad en función de la jerarquía de nacimiento.
Si disfrutas de las novelas románticas, te recomiendo “Como agua para chocolate”. Recientemente, encontré la serie española en Netflix, “La cocinera de Castamar”, ambientada en 1720, al final de la guerra de Sucesión en Madrid.
Esta obra también resalta el poder del arte culinario y cómo la cocinera Clara Belmonde logra conquistar al Duque Don Diego de Castamar a través de su “pasta de azúcar”.
¿Y si aprendes a crear una receta con creatividad y dedicación para esa persona especial? Los milagros acontecen, y tras tal experiencia, algo hermoso podría desplegarse. Los aromas y sabores elevan las vibraciones del alma, irradiando satisfacción hacia otros.
Los perfumes, como las recetas, ejercen atracción sobre la piel. Si te inclinas por perfumes, opta por fragancias que realcen tu aroma natural, unas gotas bastarán.
Éxito en tus preparativos y recuerda expresar gratitud al Universo; el Amor será su respuesta.
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Namasté.
Definitivamente la vida es , alquimia constante, cambiante ,en evolución constante , con relación ha estados de emociones ,pensamientos y cultura.
Hola Mary, asi es, la vida es Alquimia y la cocina un horno alquímico irresistible, jeje.
Gracias por comentar, un cordial saludo para ti.
Es cierto ” cocinar” es un arte y cuando lo haces con amor y por gusto es una experiencia que te lleva más allá de un simple plato…muy interesante tu articulo
Hola Alexandra, qué rico cocinar con amor donde se produce la magia entre los alimentos, verdad? Si aún no lo leíste, te recomiendo leer Como agua para chocolate de Laura Esquivel.
Te mando un abrazo.