El difícil arte de entendernos

Hoy, exploraremos la urgente cuestión de cómo valoramos y administramos el tiempo dedicado a la comunicación con los demás.


“¿Tienes un momento para conversar?” Esta pregunta, común entre socios, amigos, parejas, padres e hijos, nos hace reflexionar sobre la prisa y la evasión en nuestras interacciones.


A menudo, mientras uno busca conversar, el otro parece desinteresado y evita el diálogo… “No puedo, no tengo tiempo… mañana”. Una respuesta aplazada que nunca llega.


Este comportamiento acumula preguntas sin resolver y a la vez genera una carga energética negativa.


Rechazar la importancia del tiempo del otro puede tener consecuencias devastadoras. Los socios pueden perder oportunidades de negocio, amigos pueden sentirse ignorados en sus momentos de necesidad, decisiones domésticas se posponen y relaciones se tambalean.


¿Por qué minimizamos el tiempo de los demás? ¿Qué nos lleva a actuar de esta manera?


Explorando desde la otra perspectiva, escuchamos frases como: “Ya le advertí que no son confiables”,Siempre regresa al mismo tema“, “Insiste aunque le explique”, “Estamos bien juntos”, “Tengo cosas más importantes que hacer”.


Estas respuestas reflejan una gama de excusas.


Estos patrones desencadenan desilusión y desgaste en los vínculos. La comunicación se convierte en confrontación verbal y el círculo de reproche se perpetúa.


Enfrentamos un dilema: ¿Es uno quien siempre cede y otro quien pide? La dinámica entre víctima y victimario se convierte en un ciclo difícil de romper.


Un psiquiatra en terapia de pareja una vez mencionó: “Ambos necesitan un descifrador para entenderse”.


A menudo, lo que uno comunica es malinterpretado por el otro. Las diferencias no sólo residen en el carácter individual, sino también en la personalidad del interlocutor, la situación y el entorno.


Explorar creencias es esencial: ¿Por qué juzgo a las personas sin conocerlas realmente? ¿Por qué dependo del consejo de otros en lugar de resolver mis problemas? ¿Por qué me obstino en una opción en lugar de considerar alternativas?


La empatía, a pesar de ser un regalo natural, a veces se vuelve complicada de practicar.


Aunque exista una lucha por la supremacía de intereses personales en una sociedad individualista, esta actitud puede ser tratada como un trastorno conductual.


De cambiar frases como “Mejor me callo y digo que sí a todo”, a enriquecer la comunicación y la acción, hay un mundo de diferencia.


Si carecemos de tiempo para nuestros seres queridos, gestionemos mejor nuestros horarios.


La base del éxito en relaciones familiares radica en una comunicación efectiva. ¿Es difícil entender al otro? Lo es más aún si no comprendemos nuestra propia naturaleza y cómo nuestras acciones afectan a los demás.


Somos seres racionales, bendecidos con la habilidad de la palabra.


Te invito a considerar cómo utilizas tus palabras y administras tu tiempo. Al ponernos en los zapatos del otro, vibraremos en una frecuencia más elevada.


Practiquemos el arte de conversar, escuchemos y trabajemos juntos para resolver desafíos.


Somos componentes de la Conciencia Universal. Busquemos armonía, convirtiendo el diálogo en una herramienta natural para una convivencia más enriquecedora.


Namasté.

10 comentarios en “El difícil arte de entendernos”

  1. Hola Carolyn, que gusto, si estás en mucha razón de callar y no decir nada, he aprendido con las experiencias a decir lo que pienso, aunque a veces eso me ha traído malos entendidos, pero más vale mí bienestar que los demás, así estoy aprendiendo a comunicarme con más tino, un abrazo

  2. Buenos dias. Carolyn Maldonado. Excelente explicacion sobre como administramos el tiempo dedicado a la comunicacion con las personas. Sean familiares, amigos y esposas. Todos seres pensantes y razonables y bendecidos por Dios con el don de las palabras. Soy una persona autista que logro superar su ansiedad. En la etapa de los adultos. Con la perseverancia. Le agradezco mucho por dar mi opinion .

  3. En todo este tiempo me he sentido una persona incomprendida, con quién nadie quería hablar mirándome a los ojos, y eso ha sido mí percepción donde me he anclado, sin dar oportunidad a descubrir otras opciones de lenguaje y aprender cosas nuevas, y por mucho que lo intenté nunca pude fluir en una conversación real, donde sin quererlo mis palabras al viento intuyo que han herido a mucha gente… mís disculpas por ello

  4. Hola Carolyn, me agradó tu exposición sobre la comunicación, para mi a veces me causa fastidio cuando hay personas que te interrumpen, no saben escuchar que es algo tan importante en la comunicación para poder entendernos.

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