La Cúrcuma y sus bondades al consumirla

La cúrcuma, científicamente conocida como Cúrcuma longa, es una planta perteneciente a la familia Zingiberácea y comparte su linaje con el jengibre.

Originaria de la India y el sudeste asiático, en la actualidad se cultiva también en Sudamérica. Su rizoma, similar al del jengibre, es de un vibrante color naranja en su interior.

Esta especia es ampliamente difundida, especialmente en la cocina asiática, donde se utiliza para dar sabor y color a platos como arroces, risottos, paellas, curry y masalas orientales.

De hecho, en algunas regiones se la conoce como “Azafrán de la India” debido a su capacidad para realzar los sabores y conferir tonos dorados a las comidas.

Sin embargo, la cúrcuma no solamente es apreciada en la cocina, sino que también está ganando reconocimiento en la medicina natural gracias a la curcumina, su componente activo.

El Ayurveda, sistema tradicional de medicina hindú, ha destacado sus cualidades terapéuticas.

Los beneficios de la cúrcuma pueden sentirse rápidamente y perdurar hasta 30 días. Sin embargo, su absorción no es sencilla, por lo que se recomienda consumirla en combinación con pimienta negra, para maximizar sus beneficios, ya que esta contiene peperina, una sustancia clave para activar la cúrcuma. Mezclarla con aceite de coco es aún más beneficioso.

La curcumina, el principal componente de la cúrcuma, es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes naturales. Si se consume de forma regular, puede ayudar a combatir los radicales libres, moléculas dañinas que alteran nuestro ADN.

Es importante mencionar que la curcumina es una sustancia delicada y su principio activo puede desactivarse si se calienta en exceso. Además, si se consume sin algún tipo de ayuda, el cuerpo no la absorbe adecuadamente, y se elimina rápidamente.

Si bien es común su uso en la cocina, es importante tener en cuenta estas precauciones si se busca disfrutar de sus efectos medicinales.

Si deseas obtener resultados médicos, puedes optar por cápsulas que contengan curcumina y peperina, siempre después de consultar a tu médico de cabecera.

La cúrcuma se ha asociado con una serie de beneficios para la salud, como:

– la prevención de enfermedades cardiovasculares,

– la mejora de los niveles de azúcar en sangre,

– el alivio de la artritis y los dolores crónicos,

– la lucha contra el hígado graso, y

– la mejora del índice de atención.

Estudios han demostrado que consumir de 1 a 2 gramos de cúrcuma diariamente durante 8 semanas puede aliviar los síntomas de diversas condiciones. En algunos casos, se ha llegado a comparar su efectividad con la del ibuprofeno.

Además de sus propiedades medicinales, la cúrcuma ha encontrado su lugar en la cosmética.

Algunas marcas importantes han incorporado este ingrediente en champús y cremas faciales anti-edad debido a sus potentes antioxidantes que protegen contra el envejecimiento.

Es importante recordar que, si se ingiere en cantidades superiores a 2 gramos al día, la cúrcuma puede causar diarreas y vómitos.

Una deliciosa manera de incorporarla en tu dieta es preparando la “Leche dorada”, que consiste en mezclar una taza de leche con una cucharadita de cúrcuma, media cucharadita de jengibre y un cuarto de cucharadita de pimienta negra molida. Calienta la leche sin hervir y agrega los demás ingredientes, junto con miel al gusto.

La cúrcuma es un tesoro natural que puede mejorar tu salud y bienestar de manera notable. Al incorporarla gradualmente en tu dieta, puedes experimentar beneficios en la flora intestinal y reducir la inflamación abdominal.

Como siempre, si tienes alguna duda, consulta a tu médico de confianza.

Namasté.